95- Pedro Lecuona Barquín. Miliciano del batallón Rosa Luxemburgo

batallonrosaluxemburgo.wordpress.com 10/05/2021

Pedro Lecuona Barquín, combatiente del batallón republicano Rosa Luxemburgo, del Cuerpo de Ejército del País Vasco, sobrevivió a la Guerra Civil Española y a más de dos años de prisión.

Su nieto Juan Ángel ha enviado una pequeña biografía de alguien que fue muy especial para él, su abuelo Pedro, un resumen de su vida a través de un email para compartirlo con los demás familiares de combatientes del Rosa Luxemburgo, y un par de fotografías que incluimos en esta entrada.

Por mi parte, tan solo aporto algunos datos que tenía recopilados sobre Pedro Lecuona, ya que Juan Ángel me ha facilitado mucho el trabajo enviándome la biografía y las fotos de su abuelo, por lo que simplemente voy a comenzar presentando un extracto de algunos datos del email que envió Juan Ángel quien redacta su biografía y que reproduciremos después textualmente en color azul.

EXTRACTO DE LA BIOGRAFÍA DE PEDRO LECUONA BARQUÍN

<<Pedro Lecuona Barquín, soldado del batallón republicano Rosa Luxemburgo, nació el 31 de diciembre de 1911 (y no el 21 de diciembre como dice en su partida de nacimiento, según nos indica su nieto Juan Ángel) y falleció a los 67 años. Nos cuenta Juan Ángel que su abuelo Pedro nació en Arcentales, comarca de las Encartaciones, provincia de Vizcaya. Era el mayor de 7 hermanos. Al fallecer la madre en el alumbramiento del último de sus hijos, Pedro Lecuona, como hermano mayor, se hizo cargo de ellos mientras el padre trabajaba como minero en Ortuella toda la semana. Antes de hacer el servicio militar, Pedro había trabajado ya de jornalero para una casa del barrio de Urioste y después en una mina de la zona.

Cuando comenzó la guerra, Pedro tenía 24 años y hacía menos de dos años que se había casado, poco después de finalizar el servicio militar, con Victoriana Portillo Moncalvillo (que era de Gallarta) y vivían en Ortuella. Tras terminar la guerra y pasar dos años en prisión, el matrimonio se traslada a vivir a Gallarta. Pudo volver a trabajar en la minería como dinamitero, donde era conocido por el apodo de “Chavarri”, hasta que, tras un accidente en la mina en 1951, donde quedó gravemente herido, le hizo cambiar de profesión y a partir de su recuperación trabajó en la Naval de Sestao hasta su jubilación.

Desde 1959 Pedro Lecuona vivió con su mujer y sus dos hijos en Santurce, falleciendo el 12 de febrero de 1978 con 67 años de vida y buenos recuerdos que dejar a sus hijos y nietos. Uno de ellos, Juan Ángel, se puso en contacto con nosotros para dejar unas líneas en memoria de su paso por esta vida, en general, y también como soldado del Ejército de la República, combatiendo en el batallón Rosa Luxemburgo del ejército del País Vasco durante la Guerra Civil Española.>>

DOCUMENTACIÓN ENCONTRADA SOBRE PEDRO LECUONA BARQUÍN

ANTES DE ESTAR EN LAS NÓMINAS DEL RL

Pedro Lecuona Barquín está combatiendo ya desde al menos el 5 de septiembre de 1936, donde lo encontramos en las nóminas de las primeras columnas y frentes de Vizcaya; en la primera quincena de septiembre, en un listado de milicias que salen hacia Guipúzcoa el día 5 de septiembre donde consta como granadero en el grupo que sale para Guipúzcoa (p.25/301 del pdf descargado de la página de Dokuklik).

En el pdf de “Nóminas de los frentes” consta como granadero también en la p.74/330 y en la página 126/330, donde podemos ver su firma a lápiz, en la 2ª quincena de septiembre continua en el frente de Guipúzcoa.

EN EL PERIÓDICO «EL LIBERAL» del día 29 de septiembre, p.2/8 su nombre viene en un listado de correspondencia pendiente de recoger que obra en poder de la “Federación Escolar Guipuzcoana”, mencionándolo como “dinamitero de Gallarta”, enviada a Zarauz (supongo que es donde estaría instalado el grupo de milicias al que pertenecía cuando le escribió, supongo, su esposa una carta al frente de Guipúzcoa).

En la 2ª quincena de octubre está en la Columna de Ubidea como granadero, en el pdf de Nóminas de Columnas, página 926/1271.

EN EL ROSA LUXEMBURGO, donde está en las nóminas del batallón desde noviembre de 1936 hasta julio de 1937, consta con el número de chapa 9411. En las dos quincenas de noviembre de 1936 consta como cabo en la 5ª compañía, aunque después viene como miliciano/soldado. La 1ª quincena de febrero de 1937 está en el grupo o compañía de Dinamiteros-Granaderos y después en la de Enlaces y Transmisiones hasta la 2ª de junio de 1937. En la nómina de la 2ª de julio consta como soldado en la 3ª CIA donde también podemos ver su firma.

MODESTO Y JUAN LECUONA BARQUÍN

He localizado también a Modesto y Juan, dos hermanos de Pedro (quizá entre dos y cuatro años menores que él) combatiendo también desde septiembre de 1936:

MODESTO Lecuona Barquín, que está en las nóminas del Cuartel de Milicias Comunistas de Capuchinos de la 1ª quincena de octubre destinados en Ochandiano, cobrando 24 días, y por tanto Modesto estaría al menos desde el 17 de septiembre en la nómina de Capuchinos.

JUAN Lecuona Barquín, otro hermano de Pedro, está también en las nóminas de Capuchinos/Ochandiano en la 2ª quincena de octubre junto a Modesto Lecuona Barquín, cobrando ambos 15 días. Juan pasaría después al batallón Perezagua, donde lo encontramos en la 1ª quincena de diciembre de 1936.

Y después de estos datos recopilatorios de algunos de los documentos que tenía sobre Pedro Lecuona Barquín y sus hermanos Modesto y Juan, paso a reproducir la biografía que su nieto Juan Ángel nos ha enviado en memoria de su abuelo Pedro y refleja el gran cariño que le profesaba.

Gracias otra vez, Juan Ángel, por tu aportación y por tus amables palabras de agradecimiento por lo que intento hacer con esta pequeña aportación a través del blog por la memoria de todos los que sufrieron la Guerra Civil Española (civiles y combatientes de ambos bandos), algo que, como bien dices en tu email y creo que todos compartimos, somos incapaces de imaginar de dónde sacaron la fortaleza para soportar las circunstancias que les tocó vivir. Supongo que el instinto de supervivencia, el deseo de vivir, la confianza en que tarde o temprano, de la manera que fuera, todo aquel sufrimiento terminara para poder continuar, como fuera, con sus proyectos de vida, intentando dejar todo aquello atrás, olvidar aquella pesadilla y seguir adelante. Tuvo que ser muy difícil, desde luego. De eso estoy segura, estamos seguros, y por ello, debemos intentar, todos, que no vuelva a ocurrir algo similar. Y no olvidarlo, porque, como dices, “merecen vivir en nuestro recuerdo y con nuestro agradecimiento, pues parte importante de lo que somos se lo debemos a ellos”.

BIOGRAFÍA DE PEDRO LECUONA BARQUÍN REDACTADA POR SU NIETO JUAN ÁNGEL

PEDRO LECUONA BARQUÍN. “Chavarri”

Siguiendo como pista el nombre del batallón en el que combatió, he llegado hasta su página web donde, con sorpresa, he visto reflejados algunos de los recuerdos que tengo de las experiencias que mi abuelo me contó sobre sus vivencias durante ese periodo.

Le envío los datos biográficos que de él conozco y unas fotos, así como lo que recuerdo que me contó, para que los ponga, haciendo el resumen que considere oportuno, en su página del batallón.

BIOGRAFÍA :

Pedro Lecuona Barquín nació en Arcentales (Artzentales), en la comarca de las encartaciones, partido judicial de Balmaseda, provincia de Bizkaia, hijo de José María Lecuona y de María Barquín.

Aunque en el registro consta como nacido el 21 de diciembre de 1911, él siempre sostuvo, por referencia de sus padres, que esa no era la fecha correcta, ya que se había cometido un error en el registro al inscribirlo y que realmente había nacido el 31 de diciembre (de hecho, siempre se celebró su cumpleaños este día). 

Era el mayor de 7 hermanos, por lo que, tras morir su madre durante el parto del pequeño, se quedó a cargo de ellos, ya que su padre trabajaba en una mina en Ortuella (entonces Santurce-Ortuella), donde permanecía toda la semana.

A muy temprana edad fue a trabajar de jornalero a una casa del barrio de Urioste, en Ortuella. Posteriormente comenzó a trabajar en una de las minas de esa localidad.

Hizo el servicio militar en Santoña (Cantabria), incorporándose el 9 de febrero de 1933 al regimiento de infantería nº 23 y licenciándose el 31 de enero de 1934.

El 21 de septiembre de ese mismo año contrajo matrimonio con Victoriana Portillo Moncalvillo (la foto de joven es un recorte de la de su boda, dos años antes de incorporarse al batallón). En un principio vivieron en Ortuella, pero en 1940 el matrimonio fijó su residencia en la calle “tres naciones” de Gallarta, localidad de donde era natural la esposa.

Tuvieron 4 hijos. Aunque dos de ellos, que fallecieron siendo muy pequeños, no aparecen, en el libro de familia (evidentemente los registros en aquella época no funcionaban como hoy). Los dos hijos que sí que constan son María Teresa (mi madre) y Pedro María.

Después de la guerra y posterior encarcelamiento, tras ser liberado, vuelve a trabajar en la mina (donde es conocido por el sobrenombre de “Chavarri”) como dinamitero, hasta que, tras sufrir un grave accidente por una explosión, en la que perdió la vida un buen amigo y él quedó muy gravemente herido, decide cambiar la mina por el astillero, entrando a trabajar en el año 1951 en la naval de Sestao, donde permaneció hasta su jubilación.

En 1959 se traslada junto a su familia a vivir a Santurce, lugar donde permaneció hasta su muerte, el 12 de febrero de 1978, a los 66 años de edad.

Su paso por el batallón Rosa Luxemburgo:

Se alista en el batallón Rosa Luxemburgo, en cuyas nóminas aparece con el número de placa 9.411.

Se le puede localizar en el “arrosa” desde la primera quincena de noviembre de 1936, hasta la segunda quincena de julio de 1937 (no sé si se incorporó directamente al Rosa Luxemburgo o si provenía de algunas de las columnas creadas anteriormente).

Prestó servicio, durante los meses de noviembre y diciembre de 1936, y enero de 1937, en la 5ª compañía de este batallón.

En la primera quincena de febrero es destinado a la sección mixta de dinamiteros, granaderos y zapadores.

A partir de ahí, hasta junio, su nombre aparece en la sección de enlaces.

En la última nómina, (del 16 al 31 de julio de 1937) está encuadrado en la 3ª compañía.

Aunque no era demasiado dado a hablar de sus años de guerra y cárcel, los recuerdos sobre sus experiencias de los que tengo memoria son los siguientes:

Tuvieron que tomar una posición (posteriormente mi abuela se refirió al hecho como una torre, pero no sé si es lo correcto para definir el emplazamiento) donde había instaladas ametralladoras. Tras el asalto (o asaltos) finalmente no consiguieron su propósito. Contaba que durante esa acción cayeron muchos compañeros y también varios amigos suyos, tanto durante los intentos de tomar la posición como en la posterior retirada. Recuerdo sus comentarios sobre como “las balas hacían saltar la hierba” y que, según su experiencia, “no siempre la línea recta es el camino más corto para llegar a un sitio, porque a veces, si no das un rodeo, no llegas nunca”.

Sé que estuvo en Markina, y coincidía en su relato con lo que he leído en su página, sobre como veían pasar los aviones que bombardearon Gernika.

Me contó que tuvieron que ir replegándose, como decía él “hasta Santander” (no recuerdo que me dijera el nombre de ninguna localidad en concreto, por lo que no sé si llegó hasta la capital o si se refería al nombre con el que se conocía entonces la actual comunidad de Cantabria), hasta que llegó un punto en el que no pudieron continuar, ya que se vieron cercados y con la única posibilidad de intentar salir del cerco por mar.

Tras intentar conseguir transporte, lograron hacerse con un bote de remos y se lanzaron al mar, no sé con qué destino. Me contó que durante la travesía encontraron otras embarcaciones que habían volcado, y vieron “muchas personas ahogadas” (a raíz de esa experiencia juró que jamás volvería a montar en un bote de remos, y hasta donde yo sé, lo cumplió).

No sé exactamente a qué altura, fueron interceptados por un barco del bando nacional, que les dio el alto y a la voz de “dejad de remar u os mandamos a pique” les hizo prisioneros. Al subir a bordo, se encontró que al mando del barco iba un amigo suyo de Ortuella, (jugaba al futbol en el mismo equipo donde mi abuelo era portero), que estaba en el bando nacional. Este, sorprendido al verle, le preguntó “¿pero tú que haces aquí, Pedro?” a lo que él le contestó “pues que voy a hacer, escapar de vosotros”.

En el bote había algún compañero más de la zona de Ortuella y este hombre dio orden de que se les acomodase en su camarote y se les tratase con consideración, por lo que el trato recibido en el barco fue bueno, informando después a las familias de que estaban vivos y habían sido hechos prisioneros. No sé en qué momento, una tía suya, hermana de su madre, pudo verle entre un grupo de prisioneros desembarcados en Santurce.

Tras negarse al ofrecimiento de incorporarse a las filas nacionales, fue recluido primero en Santoña y posteriormente trasladado a un campo de prisioneros de Valladolid (Ignoro si durante su tiempo encarcelado pasó por algún otro lugar).

Sí me dijo que estuvo destinado en la cocina (aunque él no sabía nada de cocina, pidieron voluntarios y un compañero, que sí era cocinero, le dijo que se presentase, que en la cocina estaría mejor que en otro destino).

Durante uno de sus permisos, mientras combatió en el frente, su mujer había quedado embarazada de su hija (mi madre), a la que no conocería hasta que esta contaba ya con dos años de edad y fue llevada por mi abuela durante una visita al campo de prisioneros.

La muerte de uno de los hijos fue a consecuencia de una pulmonía que contrajo por el frío pasado durante el viaje en el remolque de un camión cuando iban a visitarle a la prisión.

Mi abuela, por su parte, me contó que, durante una de las visitas a su marido, el oficial al mando de los soldados de la guardia (un teniente según dijo), ordenó abrir fuego sobre ellas (no sé en qué circunstancias), mientras gritaba “¡Disparar que son todas rojas!”, provocando varias heridas entra las mujeres que esperaban para poder entrar a ver a sus maridos presos.

Un capítulo y homenaje aparte merecerían estas mujeres de los combatientes y prisioneros, que sufrieron tanto la guerra como las penurias y la responsabilidad de verse solas, teniendo que sacar a sus hijos adelante mientras sus maridos estaban ausentes, en una sociedad no solo empobrecida y represaliada, sino en la que, además, solo el hecho de ser mujer ya era un problema añadido. Vaya, tanto para mi abuela como para todas ellas, mi admiración, cariño y respeto.

Finalmente, mi abuelo estuvo encarcelado más de dos años. Su liberación tampoco está exenta de anécdota. Un falangista, vecino de la localidad, que conocía a mi abuelo, le entregó un aval a mi abuela, dando buenas referencias de él y pidiendo que lo pusieran en libertad, para que se lo enviara y él lo presentara a quien correspondiese. Un tiempo después, extrañado al no ver a mi abuelo, este hombre le preguntó a ella que si aún no lo habían soltado. Mi abuela, no sé si por carta o en alguna visita, se lo comentó a Pedro y le preguntó si había entregado el documento, a lo que este le contestó que “otros con avales de gente mucho más importante no han salido, así que para que voy a presentarlo”. Ante la insistencia de su mujer, mi abuelo presentó el papel y dos días después fue puesto en libertad.

Estos son los hechos que me contaron y que yo recuerdo.

Le agradezco esta oportunidad que me brinda de dar a conocer, recordar y homenajear a un hombre bueno, noble y cariñoso. Trabajador infatigable al que todo esfuerzo le parecía pequeño para intentar mejorar la situación de su familia.

Mi emocionado homenaje para él y para todos aquellos a los que les tocó vivir tan duras y dramáticas circunstancias ya que, a pesar del tiempo transcurrido, merecen vivir en nuestro recuerdo y con nuestro agradecimiento, pues parte importante de lo que somos se lo debemos a ellos.

Atentamente: Juan Ángel García Lecuona

Pedro Lecuona Barquín el día de su boda, dos años antes de comenzar la Guerra Civil Española.

Pedro Lecuona Barquín, años después de la guerra.

<< La información contenida en este blog forma parte de un estudio que estoy realizando sobre el batallón Rosa Luxemburgo. Todo lo publicado en este blog forma parte de él y por tanto es un trabajo original (salvo lo que se mencione expresamente como procedente de otra fuente), pero puede ser copiado y utilizado en otros estudios o trabajos siempre que se mencione el autor y la fuente, es decir: Amaya Ibergallartu. Blog batallonrosaluxemburgo.wordpress.com>>